CSUC

20 años de la introducción de la 1ª tesis en TDX

Con motivo del 20º aniversario del repositorio de Tesis Doctorals en Xarxa (TDX), hemos hablado con Cristòbal Urbano, profesor de la Facultad de Información y Medios Audiovisuales de la Universitat de Barcelona (UB), quién colaboró en la incorporación de la primera tesis y el consecuente inicio del repositorio. A continuación Cristòbal nos explica cómo comenzó todo...

El año 2000, al poco de haber leído mi tesis, desde el CBUC (ahora integrado en el CSUC), me proposieron de subirla al TDX a modo de prueba piloto, ya que se necesitaban conejillos de indias para rellenar con alguna tesis el repositorio y hacer demostraciones entre las instituciones llamadas a alimentar el depósito. El proyecto hacía muy buena pinta i tenía una sólida conexión con la tendencia incipiente de los repositorios digitales de todo tipo, y en particular con los de tesis que se iban coordinando desde 1996 alrededor de la Networked Digital Library of Theses and Dissertations (NDLTD).

No era un intento "de inventar la rueda". Se trataba de hacer normal entre nosotros el que ya era una realidad emergente en muchos lugares y que tenía como rasgos comunes toda la cooperación, la interoperabilidad y la normalización bibliográfica. No dudé mucho a donar mi visto bueno, y creo recordar que fue la primera tesis que recibió el bautizo de los metadatos según el modelo de la NDLTD, aunque posteriormente el año 2002 hubo que volverr a subirla para seguir los trámites administrativos normalizados en TDX por parte de la UB.

Curiosamente la propuesta de prueba piloto, con la entrada en el “mundo digital” de mi tesis, contrastaba con el montón de trámites analógicos que había hecho pocos meses antes, como eran la presentación de un buen puñado de ejemplares fotocopiados para los trámites de evaluación y lectura, los trámites de publicación por parte de Edicions UB de la tesis en formato microficha (¡quién se acuerda hoy día de las tesis microfichadas…!) y la cumplimentación en papel de la ficha "Teseo" para el registro administrativo, y un poco decimonónico, de la tesis en la base de datos pública del Ministerio de Educación.

Por cierto, base de datos que recientemente un importante político nombraba diciendo que era un repositorio de tesis donde se podía consultar la suya, aunque no ha sido nunca el caso, ya que únicamente y desde hace poco tiempo enlaza con los repositorios de tesis de las respectivas universidades pero sin ninguna integración real ccon el resto del sistema de control bibliográfico de las tesis. He aquí la virtud de aquel empujón inicial de TDX: hacer evidente que la inercia analógica que rodeaba el doctorado se había de romper ya el año 2000 y que no había excusas, a pesar de los dictámenes jurídicos y académicos que imagino seguro ayudaron a poner agua al vino del proyecto.

No en vano, el año 2000 habían pasado ya siete años desde que en 1993 la aparición del navegador Mosaic había consolidado el proyecto del World Wide Web encetado en 1991 por Tim Berners-Lee, y nueve desde que también en 1991 Paul Ginsparg había puesto en marcha el servidor de preprints LANL preprint archive (actual ArXiv.org) abriendo el camino al movimiento del acceso abierto a la ciencia por la vía del autoarchivo y los repositorios.

De este movimiento, las tesis formaron parte pronto como hemos dicho de la mano de proyectos como la NDLTD, red global de tesis que tuvo en España como cabeza de puente el TDX del CESCA-CSUC. Sin este nexo con el mundo global del acceso abierto, la cooperación y la interoperabilidad, TDX habría sido una vía muerta. Tal como titulé en el artículo “De Paul Otlet a TDX: Xarxa i treball documental en xarxa”, que publiqué en la revista Teraflop del entonces CESCA el año 2004, TDX ha ilustrado a lo largo de los años la importancia del binomio “Red informática-trabajo documental en red.”

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